JAS Estado

El JAS Estado es el más antiguo y maduro sistema multitudinario de organización social que ha conocido la humanidad, tiene como principal característica que se conforma en torno a estructuras sociales jerárquicas y no podría funcionar en la ausencia de ellas, es pues un esquema de ultratenencia bien establecido.

La omnipresencia e incuestionabilidad del JAS Estado que imperaron durante milenios hicieron que se le diera tan por sentado que se le asumió como la única forma posible de lograr consenso social a gran escala, esto explica por qué durante milenios prácticamente nadie se había abocado a estudiarlo en profundidad ni a definir en forma concreta lo que es, solo algunas definiciones generales, subjetivas, poco concretas e ideologizadas surgieron a lo largo de la historia.

La asunción de las supuestas naturalidad, incuestionabilidad e imposibilidad de reemplazo del Estado es lo que Stefania Kubicki1 (los Ángeles, 2033) denomina la más vergonzosa omisión de la humanidad; a decir de ella, hubiésemos evitado centenares de guerras, hambrunas y conflictos sociales si tan solo hubiésemos comprendido antes lo qué es el Estado, cómo opera y cuan reemplazable es.

En este capítulo se procura describir con toda la minuciosidad necesaria y con toda la objetividad posible lo que es este JAS, ello a fin de hacer posible el contrastarlo más adelante con lo que es el JAS Yɛlɛma, la alternativa que a todas luces se encamina a reemplazarlo y hacerlo obsoleto.

Origen

El JAS Estado es antiguo, la evidencia apunta a que ha existido al menos desde finales del neolítico, entre ocho y cuatro mil años atrás; desde entonces y paulatinamente se extendió hacia la totalidad del globo terráqueo.

El JAS Estado no es un producto de diseño, nació y se desarrolló de manera espontánea, improvisada y hasta cierto punto caótica; no obstante, es sin duda el principal, más exitoso y más longevo JAS de la historia, esto deriva sin duda del alto nivel de especialización que alcanzó tras milenios de perfeccionamiento y, por supuesto, también tiene mucho que ver la milenaria ausencia de alternativas que se le opusieran.

Lazcanoiturburu propone, como una plausible explicación a que nuestros ancestros hayan optado por un modelo de mando impuesto, la ocurrencia de una imprevista explosión demográfica en alguna comunidad primitiva: ante el apremio por ordenar la ejecución de las ASE en una población que crece aceleradamente, es sin duda mucho más expedito el que una minoría asuma el control de la sociedad entera sometiendo a subordinación a la mayoría; la conformación de sistemas plurinectados toma mayor cantidad de tiempo pues en ellos se requiere que la totalidad de las personas desarrolle al máximo su capacidad crítica, cosa que de seguro se dificultaba muchísimo debido a la hostilidad del entorno y la carencia de herramientas para el cultivo intelectual en aquel entonces.

Particularidades

Algunas características de este JAS son necesarias de reseñar por adelantado a los fines de facilitar la comprensión de aspectos que se cubren posteriormente.

Instanciabilidad

El JAS Estado se implementa en instancias individuales a las que se les llama países, patrias, naciones, reinos, repúblicas o simplemente Estados. Esto es posible debido a que cada instancia se circunscribe a una región geográfica delimitada que puede ser contigua o puede estar dispersa. De esta territorialidad surge el concepto de frontera para referir al perímetro del territorio de una instancia dada. Las fronteras se suelen hacer coincidir con accidentes geográficos (ríos, líneas costeras, montañas…) y generalmente se demarcan con mojones, cercados o murallas, pero en muchos casos se definen de manera totalmente imaginaria refiriéndolas únicamente por sus coordenadas y referentes geográficos.

La principal causa de conflictos entre las distintas instancias que de este JAS han existido son las disputas territoriales. Para una instancia del JAS Estado es muy valioso el hacerse de la mayor cantidad de territorio posible pues la expansión fronteriza suele incrementar la cantidad de recursos naturales a los cuales acceder y, principalmente, la cantidad de población subordinada ―ultracedentes―, la principal fuente de abundancia que existe.

Tras milenios de expansión se alcanzó el momento histórico en que las instancias existentes se disputaron las más inhóspitas y deshabitadas regiones del planeta, finalmente se convirtió en territorios de Estado la casi totalidad de la superficie del globo, proceso que, como ya veremos más adelante, se revirtió con el surgimiento y expansión del JAS Yɛlɛma.

En ocasiones se ha planteado la posibilidad de reducir el JAS Estado a una sola instancia mediante la conformación de un único gobierno global, hasta se han tejido especulaciones de orden conspirativo en las que se afirma que ese es el proyecto de grupos secretos con oscuros intereses. Pero la realidad es que, si bien se llegaron a conformar importantes imperios, los intentos históricos de colonización global nunca avanzaron mucho ni se prolongaron en el tiempo. Lo más cercano a lograr un único orden mundial fue la creación de uniones de Estados en siglos recientes, siendo la más emblemática de ellas la Unión Europea, pero aun ahí cada instancia preservó su independencia y la autoridad exclusiva sobre su territorio; el unionismo no pasó de facilitar la formación de asociaciones estratégicas.

Amén de lo anterior, y aunque presumiblemente cada instancia del JAS Estado es soberana y su gobierno no responde a ninguna autoridad, la subordinación informal entre instancias sí ocurre de hecho, incluso en la ausencia de conflictos entre ellas. Cuando la autoridad de una instancia acumula el mando suficiente se hace capaz de influir e incluso dirigir la toma de decisiones en otras, a las instancias poseedoras de la mencionada capacidad se les conoce como superestados, superpotencias o hegemonías.

Tipos de instancia

Existen dos posibles tipos de instancia del JAS Estado: las tradicionales y las modernas.

Instancias tradicionales

Se llama así a las instancias de este JAS que operan en un esquema de unicidad en el tope jerárquico.

Las instancias tradicionales han existido desde siempre y predominaron abrumadoramente durante la mayor parte de la historia de la humanidad.

Cuando se habla de unicidad en el tope jerárquico se hace referencia al hecho de que quienes ostentan la máxima autoridad operan bajo un criterio común y se presentan como un núcleo cohesionado ante el resto de los adherentes al JAS.

Las monarquías, las dictaduras, los reinos, los imperios, los Estados totalitarios, las naciones fascistas y las naciones religiosas son ejemplos regulares de instancias tradicionales.

En las instancias tradicionales son comunes la arbitrariedad, el autoritarismo, el castigo a la oposición, la amplitud de la brecha social y los altos índices de escases entre la población, pero estas no son características obligantes de este tipo de instancia: existen ejemplos históricos de reyes benevolentes, emperadores y otras autoridades supremas que se ocuparon de reducir la brecha social entre sus subordinados y de brindar ciertos niveles de comodidad social generalizada, pero estos, la verdad, son los casos de excepción.

Instancias modernas

Se llama así a las instancias de este JAS que operan en un esquema de pluralidad en el tope jerárquico.

Las instancias modernas fueron sumamente raras en el pasado de la humanidad, pero en siglos recientes han proliferado al punto de ser la norma más aceptada a nivel planetario.

Cuando se habla de pluralidad en el tope jerárquico se hace referencia al hecho de que quienes ostentan la máxima autoridad se subdividen en grupos con idénticas o muy similares cuotas de mando a los que comúnmente se les llama partidos políticos o simplemente partidos, mismos que pactan la alternancia en el ejercicio de la máxima autoridad por periodos de tiempo predefinidos.

En las instancias modernas el tope jerárquico opera bajo múltiples criterios, a ser, los de los distintos partidos, que regularmente solo se plantean diferencias de forma, variaciones modestas en los niveles de conservadurismo, liberalismo, laicismo, izquierdismo, derechismo o autoritarismo, entre otras orientaciones ideológicas; pero quienes militan en los partidos de ninguna manera cuestionan la jerarquía social, ni mucho menos el lugar que ellos mismos ocupan en ella.

Las instancias modernas del JAS Estado son notoriamente más eficientes que las tradicionales en lo que concierne a la productividad y al manejo de poblaciones numerosas, esto se debe al hecho de que en ellas se implementa la práctica democrática, herramienta con la que se alivian notoriamente las tensiones que puedan surgir entre las masas subordinadas al tiempo que se logra una multitudinaria participación y colaboración en la ejecución de actividades productivas.

Práctica democrática

La práctica democrática es la utilización del contradictorio concepto de democracia como una avanzada y muy refinada herramienta de ultratenencia.

El concepto formal de democracia es el siguiente: forma de organización social y política que atribuye la titularidad del poder al conjunto de la ciudadanía.

La contradicción existe en el hecho de que atribuir la titularidad del poder a la ciudadanía obligaría a la inversión de la jerarquía social, a que el tope jerárquico sea asumido por quienes ocupan los estratos inferiores, a ser, la ciudadanía, la población. Eso jamás ha ocurrido y nunca ha existido la intención de que ocurra, en democracia la autoridad permanece entre quienes integran los partidos y asumen alternadamente el tope jerárquico de la sociedad (presidencia, ministerios, magistraturas, etc.).

Pero la apariencia de que la autoridad reside en la población se procura dándole a ella participación en la selección final de quienes asumen el tope jerárquico: finalizado cada periodo de gobierno pactado por los partidos, cada uno de ellos presenta ante la población un nuevo conjunto de candidatos previamente aprobados entre sus filas para asumir la máxima autoridad durante el siguiente periodo, y mediante procesos electorales (votación) se permite que la última palabra la tenga la población. Pero que quede claro: la población elige quien o quienes tendrán el poder supremo por un determinado periodo, de ninguna manera está adquiriendo la titularidad de ese poder.

No obstante el carácter fabuloso e incorrecto con que se presenta a la práctica democrática, su utilización en las instancias modernas del JAS Estado acarrea consecuencias que podrían considerarse ventajosas para la población subordinada, y es que en la disputa de los partidos por el poder supremo se hace necesario cuidar las formas ―hasta donde sea posible― y complacer ciertas demandas de la población ―hasta donde sea posible.

En general, y amén de algunos casos de excepción, la práctica democrática ha reducido los niveles de pobreza relativa en las poblaciones subordinadas, ello en comparación con lo que suele ser en las instancias tradicionales. Además, en las instancias modernas disminuyen también los niveles de violencia física y de violencia psicológica concreta y se amplían considerablemente las formas de violencia encubierta y violencia psicológica difusa, lográndose con ello imponer la creencia de que las personas son libres en tales condiciones.

Pero incluso con las mejoras que para los estratos subordinadas introduce la práctica democrática, existen límites para la reducción de la violencia y la brecha social en las instancias modernas, porque suprimirlas por completo llevaría inevitablemente al desmantelamiento de la jerarquía social, y en consecuencia, a la destrucción del Estado mismo. Lo mejor que puede ocurrir para las gentes de estratos sociales inferiores en las instancias modernas es que se mantenga en balance el nivel de pobreza y se prolongue por tiempo indefinido la creencia en la quimera de que algún día se la vencerá.

Modalidades de adhesión

En el JAS Estado se llama nacionalidad a la condición que adquiere una persona en el momento en que formaliza su adhesión a la instancia, dicha adhesión implica que se acepta incondicionalmente el someterse a la voluntad de la autoridad, manifiesta a través de sus leyes e imposiciones culturales. La nacionalidad en una instancia del JAS Estado se obtiene de dos maneras: por asignación o por solicitud.

Adhesión por asignación

Forma de adquisición de una nacionalidad por iniciativa de la autoridad que la concede, generalmente deriva de la ocurrencia de uno de los siguientes hechos:

  1. Haber nacido en el territorio de la instancia que la concede.
  2. Ser descendiente directo de personas nacidas en el territorio de la instancia que la concede.
  3. Haber sido elegido póstumamente para para recibirla.

En casi todas las instancias conocidas del JAS Estado a lo largo de la historia se ha establecido que los recién nacidos en los territorios de su instancia aceptan incondicionalmente el someterse a la autoridad regente en ese territorio y no importa el hecho de que es imposible que al momento de nacer se posea la capacidad necesaria para evaluar lo que se está asumiendo. Misma situación es la de quienes al nacer heredan obligatoriamente la nacionalidad de sus padres.

Caso muy raro es el tercero, en que se le asigna nacionalidad a alguien difunto. Como es de presumir, en este tipo de adhesión tampoco es relevante la voluntad del adherente.

Adhesión por solicitud

Forma de adquisición de una nacionalidad que se logra tras la tramitación exitosa de una solicitud de adhesión ante quien la concede. Éste trámite puede ser más o menos complicado según la instancia y el momento histórico. Siempre y en todo caso se establecen condiciones y requisitos previos a cualquier solicitud de adhesión.

Se dice que posee múltiple nacionalidad la persona que recibe al menos una segunda nacionalidad sin la pérdida de una anterior. Aunque no siempre ocurre, algunas Instancias del JAS Estado exigen a los solicitantes de nacionalidad el renunciar a las que hayan adquirido previamente. Bajo determinadas circunstancias también puede ocurrir que los ultratenientes de una instancia decidan arbitrariamente despojar de su nacionalidad a alguno de sus adherentes. Se llama apátrida a la persona que no es reconocida como adherente en ninguna instancia del JAS Estado.

Roles y estratos sociales

En el siguiente cuadro se muestran los roles sociales existentes en el JAS Estado, se ordenan según un aproximado de la proporción poblacional que los ha asumido en siglos recientes, aproximadamente desde el surgimiento de las instancias modernas2.

Roles sociales en el JAS Estado
ID de Rol Rol Proporción
R01 Ultracedente estricto 76%
R02 Ultracedente coadyuvante 17%
R03 Ultracedente parcial 3%
R04 Ultracedente marginal 2%
R05 Ultracedente semiparcial <1%
R06 Ultrateniente directo <1%
R07 Ultrateniente indirecto <1%

A quienes asumen el rol de ultracedente estricto (R01) se les conoce comúnmente como obreros, trabajadores, operarios, peones, proletariado, jornaleros, esclavos, siervos o empleados, entre otros llamamientos, y ellos generalmente ocupan los estratos más bajos de la jerarquía social. Los ultracedentes estrictos son exclusivamente ejecutantes de actividades productivas (ASE).

El rol de ultracedente coadyuvante (R02) es generalmente asumido por quienes son llamados cuadros medios, funcionarios, clase media, mayorales, caporales, encargados, delegados, supervisores, jefes, vigilantes, policías, detectives, soldados, cuadros gerenciales, gerentes o capataces, entre muchos otros apelativos. La principal diferencia entre este rol y el de ultracedente estricto es que el coadyuvante puede o no ejecutar alguna ASE, pero su principal función es la de fiscalizar, reprimir, amedrentar y manipular al resto de sus pares ultracedentes siguiendo las instrucciones y el mandato de los ultratenientes comunes, es decir, los ultratenientes delegan en ellos la ejecución total o parcial de las ASU. Quienes asumen este rol generalmente ocupan estratos entre los intermedios y los más bajos de la jerarquía social.

Las personas con rol de ultracedente parcial (R03) solamente tienen ultratenientes indirectos, es decir, no pertenecen a organizaciones empresariales o afines, pero sí cumplen con el pago de impuestos y otras exacciones. Son también conocidos como productores independientes, autónomos, freelancers o contratistas independientes. Es importante diferenciar a un ultracedente parcial de un ultrateniente en ciernes: en el momento en que se tiene al menos un ultracedente se pasa de ultracedente parcial a ultrateniente.

El ultracedente marginal (R04) no ejecuta ASE ni ASU, pero regularmente obtiene su sustento de la limosna y el donativo de quienes sí lo hacen. Se les conoce regularmente como mendigos, mendicantes, limosneros o pedigüeños.

El ultracedente semiparcial (R05) podría considerarse una forma de ultracedente fantasma, pues logra pasar desapercibido ante ultratenientes directos e indirectos por igual pero se relaciona en la ejecución de actividades productivas sus pares ultracedentes, su existencia se restringe a las instancias del JAS Estado en que impera el caos gubernamental y es posible evadir exacciones sin enfrentar ninguna consecuencia por ello.

Los ultratenientes directos (R06) en el JAS Estado suelen pertenecer a los estratos más cercanos al tope jerárquico, se les conoce comúnmente como empresarios, sector empresarial, sector productivo o sector privado, entre otros apelativos.

Los ultratenientes indirectos (R07) suelen pertenecer a los más altos estratos jerárquicos, se les conoce también como autoridad de gobierno, y al valor que extraen de sus ultracedentes se le denomina exacciones3.

En paralelo a estos roles, en este JAS se puede hablar de los roles asociales (RAA), que son asignables a quienes habitan dentro de los límites territoriales de un JAS Estado pero que de ninguna manera se relacionan con sus habitantes, entre ellos se cuenta a ermitaños o eremitas y a los integrantes de aquellos grupos sociales que hacen vida aislados de quienes posean cualquiera de los roles arriba listados.

En el contexto del JAS Estado se llama veli4 a toda persona dependiente de ultracedentes o ultratenientes que le consideren socialmente homóloga, de su propia clase, casta, blasón, familia o laya; que le respetan como a un igual pese a su condición de dependencia y que incluso pudieran subordinarse a su voluntad bajo determinadas circunstancias: por respeto, por obligación cultural o por admiración. Es común pero no normativo que los veli sean personas unidas por lazos consanguíneos con sus proveedores, que sean ascendientes o descendientes integrantes de un mismo grupo familiar. A la totalidad de los veli se les designa con el rol R00. Los veli no ejecutan ninguna ASE ni ninguna ASU, pero son tan beneficiarios de su ejecución como sus benefactores. Son casos comunes de veli: ancianos y personas pasadas al retiro, cónyuges trofeo o niños y jóvenes en formación. Todo veli posee los mismos privilegios o desventajas sociales de quien está a su cargo.

Los roles R01 al R07 son los roles consecuentes en el JAS Estado, los roles RAA y R00 son roles inconsecuentes.

Relación entre roles consecuentes, ASE y ASU

En el siguiente cuadro se muestra la relación de cada rol con la ejecución de las ASU y las ASE, ahora ordenándoles de mayor a menor según la cantidad de actividades que potencialmente pueda ejecutar cada grupo:

Correspondencia entre roles sociales y las actividades posibles de cada uno de ellos
ID de Rol Rol Ejecución de ASE Ejecución de ASU Directas Ejecución de ASU Indirectas
R07 Ultrateniente indirecto opcional opcional mandatoria
R06 Ultrateniente directo opcional mandatoria prohibitiva
R02 Ultracedente coadyuvante opcional mandatoria prohibitiva
R01 Ultracedente estricto mandatoria prohibitiva prohibitiva
R03 Ultracedente parcial mandatoria prohibitiva prohibitiva
R05 Ultracedente semiparcial mandatoria prohibitiva prohibitiva
R04 Ultracedente marginal prohibitiva prohibitiva prohibitiva

=\exists = actividad opcional del rol
=\forall = actividad obligatoria del rol
=\nexists = actividad prohibitiva para el rol

Ahora lo que se muestra es la relación entre los roles sociales del JAS Estado y los beneficiarios de las diferentes actividades sociales:

Correspondencia entre roles sociales y las actividades posibles de cada uno de ellos
ID de Rol Rol ASE ASU Directas ASU Indirectas
R07 Ultrateniente indirecto \checkmark \checkmark \checkmark
R06 Ultrateniente directo \checkmark \checkmark
R02 Ultracedente coadyuvante \checkmark
R01 Ultracedente estricto \checkmark
R03 Ultracedente parcial \checkmark
R05 Ultracedente semiparcial \checkmark
R04 Ultracedente marginal \checkmark

Estratos sociales

La jerarquía social en el JAS Estado se compone de tres estratos fundamentales: el dirigente, el subalterno y el colateral. La pertenencia a uno u otro estrato está condicionada por los roles sociales que se asumen, es decir, como ya se estableció, el nivel de importancia de las personas en el JAS Estado está directamente ligado a su rol social. En el siguiente cuadro se muestra cuál es esa relación:

Correspondencia entre roles y estratos sociales
ID de Rol Rol Dirigente Subalterno Colateral
R07 Ultrateniente indirecto y velis \checkmark
R06 Ultrateniente directo y velis \checkmark
R02 Ultracedente coadyuvante y velis \checkmark
R01 Ultracedente estricto y velis \checkmark
R03 Ultracedente parcial y velis \checkmark
R05 Ultracedente semiparcial y velis \checkmark
R04 Ultracedente marginal y velis \checkmark

Movilidad social vertical

Se llama movilidad social vertical a la posibilidad que ofrece una instancia del JAS Estado a sus adherentes para salir del estrato social a que se pertenece y pasar a ser integrante de algún otro. La facilidad o dificultad de movilidad que una instancia dada ofrece se expresa mediante la magnitud subjetiva del factor de movilidad social vertical, cuyo valor se localiza en el rango que va de absoluta a nula. En las instancias modernas del JAS Estado se considera positiva la existencia de una alta movilidad social.

Existe una relación directa entre la claridad de los límites entre los distintos estratos sociales de una instancia y la movilidad social que en él existe: mientras mayor es la movilidad, menos evidentes son los límites entre estratos.

Es importante que no se confunda la movilidad social con la universalización de la abundancia, cuando hay movilidad social los estratos se preservan y la situación de escasez o de abundancia en ellos permanece intacta; la existencia de movilidad social no mejora las condiciones de vida de las personas en los estratos más bajos ni reduce su número, cuando hay movilidad social simplemente se permite el ascenso de estrato a unos pocos, la cantidad de ascensos está limitada siempre por la cantidad de vacantes disponibles en el estrato a que se aspira ascender, y la apertura de tales vacantes ocurre como consecuencia del traslado, descenso de estrato, retiro o fallecimiento de quienes desempeñan determinados roles, o bien como consecuencia de la apertura de nuevas plazas, pero siempre y en todo caso el ascenso es controlado por quienes ya pertenecen al estrato o sustrato aspirado.

Dado que el ascenso social solo es posible para un grupúsculo de quienes conforman el estrato subalterno, el alcanzarlo obliga a la competición con el resto de los aspirantes. Tal pugna, una vez iniciada, hace casi obligante el apelar a conductas egoístas, individualistas, agresivas e incluso dañinas y perjudiciales para otros, pero la asunción de tales conductas es obligante si es que acaso se quiere obtener la victoria del ascenso social con la abundancia material a que ello conlleva. Es de suma importancia saber diferenciar el daño que producen las personas sometidas a esta forma de presión social del daño que producen las personas por simple gusto, placer o apetencia: la intención cuenta.

Aspectos definitorios y descriptivos

Se describen en esta sección los elementos raíz del JAS Estado, recuérdese que para todo JAS son los siguientes siete:

  1. Su Fundamento Intencional
  2. Sus Principios Conductuales
  3. Su Marco de ejecución de las ASE
  4. Las características de su Gregorio
  5. Su Fuerza de Atracción Social
  6. Sus principales estrategias, medios y herramientas
  7. Su Efecto social generalizado
  8. Sus Efectos individuales generalizados

1. Fundamento Intencional

El Fundamento Intencional del JAS Estado es el siguiente:

«Todo lo que se piense, se diga y se haga debe favorecer y procurar ―o al menos no interferir con― la conformación, consolidación y prolongación indefinida de una jerarquía social que incluya a todos y cada uno de los adherentes al JAS»

Esto es, por supuesto, una elaboración intelectual contemporánea, nunca en los albores del JAS Estado se hicieron tales aseveraciones, el proceso de nacimiento de este JAS fue espontáneo y no planificado, como ya se mencionó, pero cuando se le observa y comprende, es difícil designarle un fundamento intencional distinto.

Aunque no hay manera de demostrarlo, Lazcanoiturburu propone que este Fundamento Intencional se originó en algún sistema tribal de consenso jerárquicamente ordenado.

Es probablemente cierto que quienes decidieron tomar las riendas de sus sociedades para ser guías y orientadores de sus iguales fueran personas con un desarrollo cognitivo superior y con mayor sindéresis que el promedio de sus pares, de ahí que se estableciera la premisa de que una minoría ilustrada debía ser la guía, orientadora y protectora de la masa inconsciente que vendría a ser la mayoría de las personas. Esta premisa que, a todas luces y desde largo tiempo atrás es enteramente anacrónica e inválida, se sigue utilizando en la actualidad para justificar la utilidad del JAS Estado.

Es de presumir también que el JAS Estado no se originara en un lugar específico sino que surgiera en forma simultánea e independientemente entre distintos grupos sociales. Lo que sí tenemos por cierto es que con el pasar de los milenios la idea trascendió de una sencilla implementación localizada para transformarse en un sistema complejísimo guiado por un cuerpo ideológico poderosamente anclado en la psique de la totalidad de las personas adherentes a él.

2. Principios Conductuales

Como es de suponer, dada la naturaleza de su Fundamento Intencional, los Principios Conductuales del JAS Estado se centran en favorecer la ejecución de actividades de ultratenencia. Dada la complejidad del JAS Estado, quizá no sea posible completar una lista detallada y precisa de los Principios Conductuales que le rigen; no obstante, es perfectamente factible numerar los más destacados entre ellos, los que más vigencia han mantenido a lo largo del tiempo.

2.1. Competitividad: actitud de aspiración al ascenso social, ergo, a la adquisición de mando. La competitividad es la procura del bienestar y la abundancia que se adquieren cuando se asciende de estrato social. La competitividad no puede detenerse, estabilizarse con una determinada cuota de mando es estancarse, el estancamiento es decrecimiento relativo cuando los demás siguen creciendo, y el decrecimiento es descenso y fracaso en una jerarquía social.

  • Posibles aspectos negativos: la competitividad satisfecha puede derivar en conductas autoritarias, actitudes soberbias, complejos de superioridad, uso y justificación del abuso, el ventajismo, el chantajismo y afines. La competitividad insatisfecha puede derivar en frustración, depresión, complejos de inferioridad, amargura, tristeza, resentimientos personales o sociales, y afines.
  • Conductas opuestas comunes: ejecución de actividades productivas artesanales, ejecución de actividades productivas independientes, prestación de servicios a título personal, comercialización de productos y servicios a título personal y afines.

2.2. Docilidad: actitud tendiente a la subordinación voluntaria ante las autoridades existentes, a la obediencia, aceptación, sumisión y admiración hacia la autoridad. La docilidad procura calificaciones positivas por parte de la autoridad, su aceptación y sus consideraciones, cosa que amplía las posibilidades de ascenso social, o al menos produce tratos amables y respetuosos de su parte.

  • Posibles aspectos negativos: con la docilidad satisfecha puede ocurrir que se pierda por completo la capacidad para ser competitivo, cosa que puede tener consecuencias notoriamente negativas en el contexto de una jerarquía social. También es posible terminar siendo blanco de humillaciones, burlas, menosprecio, irrespeto y abuso. La docilidad insatisfecha produce frustración, incomodidad, hace al individuo sentirse fuera de lugar aun cuando ocupa el lugar que quiso.
  • Conductas opuestas comunes: la conducta indócil implica simplemente el sostener y defender las posturas, las opiniones, las acciones, las necesidades y los deseos propios.

2.3. Acumulatividad: actitud orientada a monopolizar, ahorrar, acaparar, almacenar, acopiar o centralizar tantos recursos como sea posible para prevenir daños, para estar preparado ante las eventualidades, para evitar que otros posean más y por ende tengan mayor importancia en la jerarquía social. La acumulatividad no puede detenerse, estabilizarse en un determinado nivel de acumulación es estancarse, el estancamiento es decrecimiento relativo cuando los demás siguen creciendo, y el decrecimiento es descenso y fracaso en una jerarquía social.

  • Posibles aspectos negativos: la acumulatividad satisfecha puede llevar al derroche y a la ostentación de la acumulación excesiva, puede también producir conductas abusivas, ególatras y hasta megalomaníacas. La acumulatividad insatisfecha puede producir frustración, temores, incertidumbre e inseguridad.
  • Conductas opuestas comunes: actitud orientada a la acumulación regular y no excesiva de lo necesario y de lo deseado para obtener abundancia y comodidades, ello acompañado de la capacidad para dejar ir aquello que ya no se necesita ni se desea.

2.4. Supresión voluntaria del criterio: actitud fundamentada en la conformidad social, basando la toma de decisiones personales en la repetición de lo observado y evitando apelar a la capacidad crítica propia. Es la asunción de la inconveniencia del cuestionamiento en los esquemas de ultratenencia.

  • Posibles aspectos negativos: la supresión del criterio cuando ha sido satisfecha puede producir atontamiento, discapacidad cognitiva, vulnerabilidad, fallos en las relaciones interpersonales e incomprensión generalizada. La supresión del criterio insatisfecha puede producir ansiedad, incertidumbre, inconformidad, rebeldía y hasta reacciones violentas; esto obedece a que, los intentos fallidos de suprimir el criterio dejan al individuo inconforme pero parcialmente incapaz de comprender cuál es la causa de su inconformidad.
  • Conductas opuestas comunes: actitud orientada al cultivo intelectual, ala adquisición de conocimiento útil, a la comprensión del entorno, a la comprensión de las dinámicas sociales, y a la comprensión de si mismo; al desarrollo de la capacidad de observación y la capacidad de proyección.

2.5. Supresión voluntaria de la creatividad: actitud orientada a asumir que la capacidad creativa es exclusiva de un grupo reducido de personas (autoridades, líderes y genios).

  • Posibles aspectos negativos: la supresión voluntaria de la creatividad cuando ha sido satisfecha puede producir mediocridad generalizada y obligar a la imitación crónica, a la ausencia de ideas y por ende de soluciones. La supresión de la creatividad insatisfecha puede producir inseguridad y miedo; esto obedece a que, el intento fallido de suprimirla implica que se tendrán ideas interesantes o geniales, pero no se contará con la capacidad para realizarlas por parálisis, por temor al cuestionamiento y al juicio social negativo.
  • Conductas opuestas comunes: naturalidad en la producción y realización permanente de ideas.

Estos Principios Conductuales crean una lógica coherente y válida para el contexto en que imperan. Con ellos se explica una serie de hechos comunes y fácilmente observables entre los adherentes a este JAS, como la necesidad de expandir fronteras, la propensión a ampliar áreas de influencia, las carreras armamentistas, la permanente necesidad de crecimiento de las empresas, corporaciones y demás organizaciones para la producción, la necesidad de imponer determinadas creencias religiosas, y en general, explica cualquier otra acción cuya finalidad sea la de agrandar volúmenes de propiedad y de ultrapropiedad que ya son considerablemente grandes.

Todo lo que ha ocurrido bajo la hegemonía del JAS Estado atiende al cumplimiento de estos principios. Sin importar la narrativa que se adopte para justificar su cumplimiento, desde que el JAS Estado existe estos son los principios que le rigen, y las personas que no los respetan, siempre e inevitablemente resultan perjudicadas.

3. Marco de ejecución de las ASE

Debido a la prioridad que posee en el JAS Estado la preservación de su estructura social jerárquica, la ejecución de las actividades esenciales (ASE) obligatoriamente debe supeditarse a la ejecución de las actividades de ultratenencia (ASU).

Básicamente, lo que se procura es que quienes ejecuten las distintas actividades productivas esenciales para la cohesión social lo hagan sometidos a esquemas de ultratenencia, de manera tal que, sea cual sea el valor de esas actividades, y sea cual sea el producto de ellas, su ejecución y el valor que ellas generen estén bajo el control de quienes ocupan los estratos superiores de la jerarquía social.

Este marco de ejecución hace increíblemente ineficiente al JAS Estado desde el punto de vista productivo, la supeditación de las ASE a las ASU añade un inconmensurable cúmulo de complejidad y dificultades a la ejecución de las primeras, pero esto no es un esquema al que se pueda renunciar sin renunciar al Fundamento Intencional del JAS.

4. Gregorio

Antes de comprenderse lo que es su gregorio, en el JAS Estado se hizo común el querer explicar sus acciones con teorías de corte conspirativo u ocultista en las que se explicaban sus efectos como la actividad consciente de grupos de personas específicas organizadas en criptocracias, gobiernos de la sombra, regímenes invisibles, el deep state, enclaves de dominación mundial o sociedades secretas. Los actos del gregorio también se han atribuido a grupos de invasores alienígenas, seres intraterrestres, sectas macabras, huestes de entes demoníacos y cabales de satanistas-caníbales-pedófilos, entre otras extravagancias. Pero todo lo que se quiere explicar con tan rebuscadas hipótesis se explica en el simple accionar del gregorio cuando permite que ocurra aquello que no le perjudica pero dificulta y complica todo lo que amenaza la existencia del JAS que lo produce.

Hasta cierto punto es comprensible que se quisiera explicar de manera tan estrambótica lo que no es difícil de confundir con actos intencionales de personas específicas con propósitos determinados. Es difícil aceptar que no existan grandes confabulaciones para realizar los grandes cambios y adaptaciones de corte histórico que de cuando en cuando se producen en el seno de los JAS. Para algunos puede resultar confusa la idea de que una persona no física emerja espontáneamente de un grupo social para accionar sin obedecer a la voluntad de ninguna individualidad, pero llegando al punto de poder doblegar la voluntad de esos individuos. No obstante, en la actualidad pocos dudan de esta explicación, es un hecho universalmente aceptado que el gregorio de un JAS no es más que el simple pero poderoso efecto de la conjunción multitudinaria de propósitos individuales en torno al Fundamento Intencional de un determinado JAS. Valga la insistencia.

Fue duro, sí, tener que admitir que nadie más que nosotros mismos nos estuvo obligando durante milenos a tratarnos como nos tratamos bajo la hegemonía del JAS Estado, era más fácil creer que un puñado de malvados tenía la responsabilidad de todo el daño que le infligimos al prójimo durante tanto tiempo.

5. Fuerza de Atracción Social

La FAS del JAS Estado fue milenariamente hegemónica, eso hasta mediados del siglo XXI, cuando se dio inicio a la expansión del JAS Yɛlɛma. Ya para finales del siglo XXI y principios del XXII resulta evidente la inmensa reducción del FAS de este JAS, desde la primera década del siglo XXII se le considera en etapa abierta regresiva, y es que, aun habiendo sido superado en número de integrantes por el JAS Yɛlɛma, sigue teniendo una enorme cantidad de adherentes.

6. Estrategias, medios y herramientas

Ya se ha mencionado, pero no es posible dejar de repetirlo por su relevancia: la operación de cada instancia del JAS Estado es groseramente compleja y exageradamente ineficiente desde el punto de vista productivo. Mucho de lo que pudiera ser simple se hace complejo y engorroso cuando la ejecución de actividades de ultratenencia (ASU) es obligante.

La descripción de las estrategias, los medios y las herramientas que a lo largo de los milenios se han desarrollado para hacer viable a este JAS permite arrojar luces sobre esos los señalados niveles de complejidad e ineficiencia.

Lo que suele suceder en las instancias de este JAS es que, aquello que se crea como simple solución a simples problemas termina enrevesándose y transformándose en complejas soluciones para lo que siguen siendo simples problemas.

Esta sección se dedica a analizar la herramienta conocida como dinero y posteriormente a la estrategia que es el trabajo.

Dinero

Son diversos los medios y las herramientas utilizados para lograr exitosamente la ejecución de las ASE en esquemas de ultratenencia, pero nada es más relevante a tales efectos que el dinero en sus distintas presentaciones, mismas que de manera resumida se describen a continuación.

Dinero regular

La ejecución de actividades de intercambio de recursos y valores ha sido una constante desde los albores de la humanidad. La forma más elemental de intercambio formal se denomina trueque, eso es, el intercambio directo de recursos y valores que se ejecuta sin valerse de ningún medio de cambio.

La impracticidad y limitaciones del trueque se hicieron evidentes hace milenios, el crecimiento de los primeros grupos sociales sin duda hizo más complejas tales actividades y es probablemente entonces cuando del gregorio del JAS surgió la idea de utilizar el instrumento ahora llamado dinero.

Es dinero cualquier recurso ―material o ideal, tangible o intangible― que se utilice como patrón de referencia para establecer el valor5 de otros recursos en relación a él:

vR1=n(iR2)vR_1 = n(iR_2)

Donde:

v=v = Valor
R1=R_1 = Recurso cuyo valor se desea expresar
i=i = Importancia
R2=R_2 = Recurso utilizado como patrón de comparación de valor, el dinero
n=n = número racional que indica la cantidad de importancia relativa de R1R_1 expresada en unidades de la importancia de R2R_2

Como puede observarse, R2R_2 es el patrón de comparación de la cantidad de valor de R1R_1, y es a la vez la unidad de cuenta utilizada para expresar esa cantidad de valor.

Para que lo anterior tenga sentido es requisito obvio e indispensable que R2R_2 sea un recurso con importancia propia, esto implica que R2R_2 pueda ser almacenado y acumulado por la importancia que posee, es decir, R2R_2 sirve además como depósito de valor, esto significa que cuando se acarrea o almacena dinero también se está acarreando o almacenando valor.

En virtud de las mencionadas características, el dinero adquiere su principal función: la de servir como medio de intercambio, esto es que, dentro de un grupo social en que existe consenso en torno a su importancia, las personas lo aceptarán a cambio de los recursos que poseen y lo entregarán a cambio de los recursos que necesitan, superándose así las limitaciones del intercambio directo ―trueque― derivadas del hecho de que no siempre habrá interés mutuo entre los recursos que poseen el cedente y el adquiriente. Tras la invención del dinero, una persona puede cambiar un recurso cualquiera por objetos dinerarios, y luego cambiar estos por algún otro recurso.

Otro punto importante a señalar es que la utilidad del dinero está íntimamente ligada a su escasez, los recursos abundantes no tienen utilidad como medio de intercambio: no sería sensato cambiar el valor o el resultado de una actividad productiva por algo que pudiera recogerse del suelo o tomarse del aire sin mayor esfuerzo.

En consecuencia, para que el dinero mantenga su utilidad debe crearse a partir de recursos que existan en cantidades limitadas o cuya obtención requiera relevantes inversiones en recursos o esfuerzo, es decir, cualquier recurso cuya escasez pueda ser controlada podría utilizarse como dinero.

De lo anterior se deduce que, para preservar el valor del dinero, es necesario mantenerlo en balance de escasez, esto significa que debe existir en cantidades suficientes para satisfacer las necesidades de intercambio de quienes lo utilizan (circulante), pero debe ser lo suficientemente escaso como para evitar que su utilidad se pierda por la abundancia excesiva. Esto explica por qué los primeros recursos utilizados como dinero son en su mayoría escasos por naturaleza, como las piedras preciosas y los metales raros.

En resumen, un recurso utilizado como objeto dinerario tiene sentido únicamente si cuenta, al menos, con las siguientes características:

  • Es fácil de ceder, intercambiar, transportar, transferir o transmitir.
  • Es almacenable, resistente al paso del tiempo.
  • Existe en cantidades limitadas, o bien, su producción se puede controlar.

Partiendo de lo expuesto se puede intuir que el dinero es una herramienta que funciona únicamente cuando existe consenso social en torno a ella, cosa no necesariamente fácil de lograr. Los integrantes de una sociedad deben ser capaces, entre otras cosas, de decidir el contenido, tamaño y peso de las piezas de dinero que mejor convengan a todos, deben saber establecer equivalencias entre distintas piezas de dinero y deben estar en capacidad de regular su escasez.

El dinero parece haberse diseñado para ser totalmente compatible con un sistema jerárquico como el JAS Estado, y es que la manera más eficiente de superar las debilidades y complicaciones que presenta es mediante normas y reglas establecidas por una autoridad central, no sorprende pues que en las instancias del JAS Estado siempre haya sido el tope jerárquico quien dieran un paso adelante para tomar el control administrativo del dinero.

Al hacerse de la potestad de administrar el dinero en forma centralizada, el tope jerárquico lo convirtió en medio de intercambio obligatorio en sus territorios, consecuentemente, la autoridad adquirió una capacidad sin precedentes: la de controlar el valor de prácticamente todos los recursos que existen en su dominio territorial.

Moneda

Una de las primeras medidas que tomó el tope jerárquico al adquirir control sobre el dinero fue el sacarlo de circulación almacenándolo en bóvedas y otros lugares a resguardo para entonces emitir y poner a circular un sustituto o representación de él denominado moneda.

Las monedas son representaciones del valor del dinero resguardado por la autoridad, cada pieza de moneda se corresponde con una cantidad específica de dinero, las monedas tangibles se construyen con materiales de poco valor a los que se añaden marcas y señas difíciles de reproducir a fin de controlar su escasez cual si fuesen dinero.

Inicialmente la autoridad emisora de moneda dice garantizar a sus portadores que, en el momento en que lo deseen, pueden dirigirse a ellos para intercambiar sus monedas por el dinero que las respalda.

La emisión de moneda facilita y flexibiliza el control de escasez del dinero ―su cantidad circulante― y facilita la sobrevaloración y la devaluación del dinero por parte de sus administradores, e incluso, facilita la emisión de valor por decreto, esto es sumamente significativo pues implica que el Estado es un JAS en que un grupo ―el tope jerárquico― puede producir valor de la nada, dado que se adjudica a sí mismo la potestad y exclusividad de emitir moneda, cosa que le permite controlar a voluntad el valor de todo lo que se comercie, incluyendo el valor de las ASE ejecutadas por las personas; es así como el tope jerárquico se hace de la potestad de producir escasez artificial de manera masiva para preservar la necesaria brecha social.

Dado que es el tope jerárquico a través de sus bancos centrales, bancos de reserva y sistemas bancarios quien asume el resguardo del dinero y la emisión de moneda, la validez de estas últimas suele restringirse al territorio bajo su control6.

El tipo más básico de moneda es aquella en que se utilizan piezas de metales comunes que se acuñan con troquelados descriptivos y distintivos, en forma análoga a como se acuñan las piezas de metales preciosos que se utilizaran como dinero. También es común el uso de papel moneda, que consiste en piezas de papel tratado en forma particular a las que se estampan impresos descriptivos y distintivos específicos.

A mediados del siglo XX nació la moneda digital, otra forma de moneda que, a diferencia de las hasta entonces conocidas, es por completo inmaterial, consiste únicamente en registros contables digitales almacenados en sistemas de cómputo cuya integridad se garantiza mediante cifrado, control de acceso informático, y control de acceso físico a los sistemas informáticos que la contienen.

A partir de la invención de las monedas digitales es posible utilizar sistemas de telecomunicaciones para intercambiar moneda a grandes distancias, esto se logra manipulando de manera coordinada los registros contables de moneda digital en uno y otro extremo del canal de comunicaciones. En consecuencia, el flujo monetario a nivel global adquirió una agilidad y una inmediatez que jamás antes fueron posibles.

Es tan elevado el nivel de aceptación e incuestionabilidad que suscita la moneda entre los habitantes de las instancias del JAS Estado que se le llama indistintamente dinero o moneda, como si se tratase de sinónimos.

Dinero fiat

Habida cuenta de las limitaciones impuestas por sobre las personas para restringir su acceso directo al dinero en las instancias del JAS Estado, así como del secretismo que es común en torno a lo resguardado en bóvedas, llegó el momento en que el tope jerárquico realizó el hecho de que podía emitir moneda cuyo respaldo dinerario fuese el simple decreto de su existencia. A partir de entonces ellos decretan la existencia de dinero en forma arbitraria y a conveniencia.

A esa forma peculiar de dinero decretado se le conoce como dinero fiat, lo que Trabowski describe como el dinero inexistente que existe.

La razón por la que las personas aceptan el valor del dinero fiat en las instancias del JAS Estado no es realmente la confianza en el emisor, es que simplemente no tienen alternativa: la no utilización del dinero que la autoridad impone implica verse imposibilitado de realizar los intercambios mínimos necesarios para preservar la propia existencia.

El llamado dinero fiduciario es una forma de dinero cuyo valor se fundamenta en la confianza de las personas hacia el emisor sin que medie obligación ni coacción alguna. Nunca en ninguna instancia del JAS Estado ha existido dinero fiduciario.

El dinero fiat no circula libremente, lo que circula y se utiliza es la moneda fiat, su representación en forma de piezas metálicas, papel moneda o asientos digitales.

Como es de esperar, la posibilidad de emitir dinero fiat y acuñar, imprimir y crear registros de moneda fiat amplía enormemente la capacidad de la autoridad para controlar a voluntad y conveniencia el valor de los recursos y de las actividades productivas.

En lo sucesivo y con fines netamente diferenciadores, se llamará al dinero que NO es fiat dinero normal, y a la moneda del dinero normal se le llamará moneda normal.

Con el paso del tiempo, las actividades de administración del dinero y la moneda adquirieron altos niveles de complejidad, de ello derivó el surgimiento de instituciones y organizaciones especializadas en los diversos aspectos de su manejo, todas estas instituciones son operadas por el tope jerárquico en conjunto con sus estratos inmediatamente inferiores, algunas de ellas son: bancos centrales, bancos de reserva, cecas, bancos comerciales, casas de cambio, casas de bolsa… Y a todo ese conglomerado de instituciones se le conoce como sistema financiero, una de las más complejas y enmarañadas creaciones derivadas de la práctica de la ultratenencia.

Criptodinero

Un hito relevante en la evolución del dinero se sucede a principios del siglo XXI con la invención del criptodinero, mismo que erróneamente fue llamado criptomoneda debido a la ya mencionada confusión entre dinero y moneda.

El criptodinero posee las virtudes propias del dinero normal: es medio de intercambio, unidad de cuenta y depósito de valor; pero adicionalmente, resuelve elegantemente las dificultades que presenta el dinero normal para lograr consenso social en torno a su valor debido a que puede funcionar a la perfección en cualquier grupo social sin que sea necesaria la intervención de un ente centralizado para su emisión y administración.

A diferencia de aquel que posee el dinero normal, el valor del criptodinero no depende de la utilidad por escasez de un determinado recurso material, sino de la utilidad por escasez de él mismo como recurso intangible.

A diferencia de aquel que posee el dinero fiat, el valor del criptodinero no existe por decreto de autoridad alguna, sino como consecuencia de la oferta y demanda entre quienes lo poseen y quienes lo requieren7.

La escasez del criptodinero es posible debido a que el software con que se construye permite restringir su cantidad controlando el ritmo en que se emite y el total de unidades a emitir.

Si bien la idea en que se fundamenta el criptodinero son relativamente sencilla ―y en extremo brillantes, por cierto―, su aplicación práctica fue posible gracias a que, para el momento de su creación, ya existía la Internet, una red de datos accesible para poco menos de un tercio de la población mundial de aquel entonces.

Desde el momento de su invención el criptodinero se planteó como un importante reto para el tope jerárquico de todas las instancias del JAS Estado a nivel global, y es que hasta entonces no existía alternativa posible al intrincado sistema financiero construido en torno al dinero normal y el dinero fiat.

Si bien el criptodinero hizo posible que las personas prescindieran del sistema financiero vigente para ese entonces, el tope jerárquico reaccionó diligentemente ―aunque tardíamente― ante el reto y contuvo la masificación de su uso, primero con regulaciones y hasta proscripción, y finalmente mediante adquisición, pues siendo ellos los creadores y poseedores del grueso de dinero fiat existente para ese entonces, no representó mayor reto el adquirir mediante operaciones de compra grandes cantidades de todas y cada una de las formas de criptodinero que llegaron a adquirir alguna relevancia, y ya poseyéndolo en cantidades relevantes, controlar su valor mediante operaciones de mercado se hizo un asunto trivial, después de todo, el criptodinero no es más que dinero.

En la actualidad, a más de cien años de haberse inventado el criptodinero, el tope jerárquico de los Estados remanentes sigue utilizándolo en combinación con el dinero fiat, operan según les resulte más conveniente lo uno o lo otro.

La siguiente tabla detalla las más resaltantes diferencias entre las distintas formas de dinero que se utilizaron y aun se utilizan en las instancias del JAS Estado:

Comparación de las distintas formas de dinero
Dinero regular Dinero fiat Criptodinero
Naturaleza
de los objetos
dinerarios
Material
(cosas)
Ideal
(constructos)
Ideal
(constructos)

Objetos
dinerarios
Oro, plata,
diamantes…
Ideales
(constructos)
Criptodinero

Actividades
generadoras
de los objetos
dinerarios
Minería de
roca dura,
minería de
placer…
Decreto
de las
autoridades
regentes
Minería
de criptodinero

Protocolo
de consenso
Innecesario,
aceptación
impuesta
Innecesario,
aceptación
impuesta
Algoritmos de
consenso
distribuidos
(PoW, PoS8, v¡K…)

Objetos
monetarios
tangibles
Metales
comunes,
papel,
registros
digitales…
Metales
comunes,
papel,
registros
digitales…
Ninguno

Trabajo

En el JAS Estado se denomina trabajo a la ejecución simultánea, paralela, conjunta, parcial o exclusiva de actividades de ultratenencia y actividades esenciales, es decir:

Tr=ASU+ASE{Tr} = {ASU} + {ASE}

Donde:

Tr=Tr = trabajo
ASU=ASU = actividades de ultratenencia
ASE=ASE = actividades esenciales

Las personas en las instancias del JAS Estado no suelen conocer estas distinciones, pocos comprenden la diferencia entre trabajos que impliquen realizar más o menos ultratenencia o producción. La concepción generalizada es que cualquier forma de trabajo legal ―que cuente con la anuencia y aprobación de la autoridad― es buena, positiva y hasta dignificante.

Resultados del informe FA2099-Q3

El informe FA2099-Q3 es uno de los múltiples productos de la extensa y profunda investigación estadística-forense llevada a cabo entre los años 2097 y 2099 por el corpus Forrester Ashes9 en la que se evaluó una amplísima muestra de personas y organizaciones de personas ejecutantes ASU/ASE en el planeta Tierra durante el periodo comprendido entre 1835 y 2095.

La información colectada para el estudio permitió conformar una muestra que cubre entre el 90% y el 95% de la población trabajadora durante el mencionado periodo, se estima que los resultados obtenidos poseen un margen de error que oscila entre el 2% y el 3%.

El estudio tomó como fuente de información el océano inmenso de datos almacenados en la Intermashin, tanto los heredados de la Internet (arch) como los originados en ella misma; particularmente valiosa y determinante fue la información que durante décadas han estado recolectando los mediabot10 y los bibliobot11 diseminados en la vasta mayoría de los espacios de almacenamiento documental en formatos físicos y apofísicos. A decir de muchos, las aplicaciones de AII diseñadas por Forrester Ashes para el análisis, procesamiento, clasificación ordenamiento y extracción de estos datos son por largo de lo más avanzado que se ha producido a tales fines.

La intención acá no es la de profundizar en los pormenores del informe, pero sí la de reseñar lo más relevante de él.

Un conjunto mínimo de definiciones ―expuesto a continuación― debe de conocerse antes de revisar los resultados del informe.

Dados una instancia ii del JAS Estado y un rol RR de ella, se tiene que:

TPR = total de personas con el rol RR.
TPi = total de personas en ii.

TAER = total de ASE ejecutadas por quienes tienen rol RR.
TAEi = total de ASE ejecutadas en ii.

TAUR = total de ASU ejecutadas por quienes tienen rol RR.
TAUi = total de ASU ejecutadas en ii.

TTUR = total de tiempo invertido por quienes tienen rol RR en la ejecución de las ASU.
TTUi = total de tiempo invertido en la ejecución de las ASU.

TTER = total de tiempo invertido por quienes tienen rol RR en la ejecución de las ASE.
TTEi = total de tiempo invertido en la ejecución de las ASE.

TVR = total de valor generado por quienes tienen rol RR.
TVi = total de valor generado en ii.

Proporción de TPR en relación con TPi:

pPR =TPRTPi×100= \dfrac{\text{TPR}}{\text{TPi}} \times 100

Proporción de TAER en relación con TAEi:

pAER =TAERTAEi×100= \dfrac{\text{TAER}}{\text{TAEi}} \times 100

Proporción de TAUR en relación con TAUi:

pAUR =TAURTAUi×100= \dfrac{\text{TAUR}}{\text{TAUi}} \times 100

Proporción de TTER en relación con TTEi:

pTER =TTERTTEi×100= \dfrac{\text{TTER}}{\text{TTEi}} \times 100

Proporción de TTUR en relación con TTUi:

pTUR =TTURTTUi×100= \dfrac{\text{TTUR}}{\text{TTUi}} \times 100

Proporción de TVR en relación con TVi:

pVR =TVRTVi×100= \dfrac{\text{TVR}}{\text{TVi}} \times 100

Algunos de los principales resultados del informe FA2099-Q3 se resume en el siguiente cuadro, mismo en que se muestra la relación entre los roles sociales consecuentes, la cantidad de personas que los asumen, el tipo de actividad que esas personas ejecutan, el tiempo invertido y el valor generado de ello:

R01 a R05: ultracedentes; R06 y R07: ultratenientes
R01 R02 R03 R04 R05 R06 R07
pPR 76,38% 17,51% 3,11% 1,60% 0,01% 0,99% 0,40%
pAER 0,78% 3,12% 23,70% 72,25% 0,13% 0,00% 0,00%
pAUR 0,78% 3,12% 23,70% 72,25% 0,13% 0,00% 0,00%
pTER 8,34% 91,65% 0,00% 0,00% 0,00% 0,00% 0,00%
pTUR 8,34% 91,65% 0,00% 0,00% 0,00% 0,00% 0,00%
pVR 0,17% 0,10% 99,72% 0,00% 0,00% 0,00% 0,00%

Una representación gráfica de lo mismo vendría a ser lo siguiente:

Dónde:
Ultracedentes coadyuvantes
Ultracedentes estrictos
Ultracedentes marginales
Ultracedentes parciales
Ultracedentes semiparciales
Ultratenientes directos
Ultratenientes indirectos

Una generalización de lo anterior, discriminando únicamente entre ultracedentes y ultratenientes, es la siguiente:

Ultracedentes Ultratenientes
pPR 98,61% 1,39%
pAER 99,70% 0,30%
pAUR 73,78% 26,22%
pTER 99,61% 0,39%
pTUR 91,66% 8,34%
pVR 25,87% 74,13%

Lo mismo representado gráficamente es:

Dónde:
Ultracedentes
Ultratenientes

Otro indicadores relevantes emanados del informe FA2099-Q3 son el volumen de actividades productivas que se realizan en las instancias del JAS Estado en relación con el volumen de actividades de ultratenencia, y el tiempo dedicado a la ejecución de actividades productivas en relación con el total de tiempo invertido en actividades de ultratenencia:

volumen de actividades tiempo dedicado a cada tipo de actividad
ASE 48,73% 42,09%
ASU 51,27% 57,91%
total 100,00% 100,00%

Un simple análisis de lo hasta ahora expuesto da paso a las siguientes conclusiones:

― Si bien las personas ultracedentes son el 98,61% de quienes ocupan roles consecuentes en el JAS Estado, y si bien ellas mismas ejecutan el 99,70% de las actividades productivas, esa vasta mayoría solo conserva para si el 25,87% del valor de lo que producen, el restante 74,13% de ese valor pasa a manos de sus ultratenientes, que son apenas el 1,39% de quienes tienen roles consecuentes en las instancias de este JAS.

― Del total de actividades ejecutadas por las personas con roles consecuentes en el JAS Estado, solo el 48,73% son productivas, ergo, desde el punto de vista de la productividad social, el 42,09% de lo que se hace es un desperdicio de esfuerzo.

― Las personas con roles consecuentes en el JAS Estado dedican el 57,91% de su tiempo a actividades que no son productivas, esto significa que, desde el punto de vista de la productividad, se desperdicia el 42,09% del tiempo invertido en actividades sociales.

Por supuesto que los resultados del informe FA2099-Q3 han sido fuertemente cuestionados, especialmente por quienes aun ven al JAS Estado como una alternativa válida, pero es que incluso si estas cifras no fuesen el resultado de un estudio sino el simple producto de la imaginación de un escritor de ficción, dos hechos son irrevocables, evidentes y observables:

  • Primero, se trata de un JAS que solo se sostiene si imposibilita el acceso de las mayorías a la abundancia material.
  • Segundo, se trata de un JAS considerablemente ineficiente desde el punto de vista productivo debido al considerable volumen de actividades de ultratenencia que se requieren para su sostenimiento.

La importancia del informe FA2099-Q3 radica principalmente en que, al margen de los juicios de valor que del JAS Estado se puedan hacer, nos demuestra objetivamente que este sistema no se ajusta a las condiciones y necesidades del superpoblado y globalizado planeta Tierra de los últimos siglos; no se puede cuestionar que el JAS Estado tuvo su momento, durante milenios fue de gran utilidad para el desarrollo de la humanidad, sirvió a un importante propósito y nos elevó a los niveles de desarrollo social y tecnológico que hoy día nos son comunes, pero, paradójicamente, se trata de un JAS incompatible con las condiciones del mundo que se modeló bajo su hegemonía.

Nótese que estas revelaciones del informe no son para nada novedosas, hace al menos diez u once décadas se publicaron los primeros trabajos señalando el alto costo e ineficiencia de las estructuras jerárquicas12, incluso, existe registro histórico de unas pocas organizaciones que redujeron sus estructuras jerárquicas a dos estratos y mejoraron considerablemente su rentabilidad, pero esto no pasó de suceder en casos aislados, la adopción masiva de prácticas que reducen los estratos jerárquicos en las organizaciones es a fin de cuentas una práctica que contraría al Fundamento Intencional del JAS Estado.

Otro hecho ya conocido desde siglos atrás que se confirma con este estudio es la ya mencionada peculiar manera en que se distribuye el valor de las actividades productivas y sus derivados. Es importante no confundir esta estadística con las antiguas mediciones de desigualdad basadas en la comparación y contraste del tamaño del patrimonio de las personas13, el FA2099-Q3 se centra exclusivamente en el estudio de la posesión de ultratenencia.

7. Efectos sociales e individuales

La utilización de un JAS afecta transversalmente la existencia de quienes lo adoptan, aunque es imposible detallar como se ve afectada la totalidad de las personas, existe un conjunto de efectos comunes que pueden numerarse.

1. Consecuencias de la subordinación crónica

Se llama subordinación crónica a la condición que padecen quienes han estado sometidos al mando de una autoridad por prolongados periodos de tiempo. En las instancias del JAS Estado es regla que el tiempo de subordinación de las personas sea idéntico a su tiempo total de vida. De entre todos los efectos que derivan de la subordinación crónica, destacan los descritos a continuación.

1.1. Inversión de la atribución de proveedor: la casi totalidad de lo que se produce dentro de una instancia del JAS Estado tiene su origen en las actividades que realizan las personas con rol de ultracedente, y aunque el sentido común dicta que el mayor proveedor es quien ejecuta actividades productivas, no hay excepciones conocidas al hecho de que toda población en situación de subordinación crónica no solo ignora que es ella el principal proveedor en el sistema, sino que además sus integrantes se convencen a si mismos de que sus ultratenientes son quienes proveen. A este efecto se le conoce como inversión de la atribución de proveedor.

Es importante destacar que esta creencia es igualmente compartida por quienes conforman la autoridad, de ahí que en el JAS Estado sea raro que se cuestione al estrato dirigente cuando sus integrantes se atribuyen los logros del aparato productivo en sus instancias.

1.2. Filialismo poblacional: se entiende por filialismo poblacional al vínculo afectivo y relación de dependencia que desarrollan los ultracedentes hacia los ultratenientes cuando han permanecido subordinados por periodos prolongados de tiempo.

La primera aproximación clara a este concepto se encuentra en la obra Psicología de las masas subordinadas, donde Guaiquire y Soruce afirman que se trata de una condición muy similar a la de quienes son víctimas del Síndrome de Estocolmo, pero de incidencia masiva e intergeneracional14.

Una vez que se desarrolla, el filialismo poblacional confiere a las personas con rol de ultratenientes atributos maternopaternales y sus subordinados requieren y hasta exigen ser atendidos, protegidos y orientados por sus dirigentes.

Afortunadamente en la actualidad existen métodos terapéuticos de probada efectividad para ayudar a las personas a superar las taras que impone el filialismo poblacional.

1.3. Atrofia relacional: cuando las relaciones verticales e impuestas sustituyen por largo tiempo a las de libre y personal elección, ocurre el fenómeno conocido como Síndrome de atrofia relacional, que es la ausencia o disminución de la capacidad para establecer relaciones directas de convivencia, interdependencia y mancomunidad con otras personas.

En una instancia del JAS Estado es el estrato dirigente quien impone y establece los términos en que se realizan las actividades sociales esenciales. Lo anterior significa que dichas interacciones son primordialmente verticales, por lo tanto, los integrantes de la población rara vez establecen relaciones horizontales para consensuar entre si.

En este JAS la autoridad es un relacionado obligante, es decir, la población se ve forzada a acudir a instancias jerárquicas superiores para atender asuntos que fácilmente pudieran resolver horizontalmente y entre pares. Esa baja frecuencia de interacciones horizontales impide a las personas el adquirir las destrezas y habilidades mínimas necesarias para relacionarse de manera horizontal con otros para atender las necesidades de su entorno social.

El síndrome de atrofia relacional fue por mucho tiempo la más subestimada consecuencia de la subordinación crónica. La excesiva cantidad de conflictos, desacuerdos y rupturas ocurridos en las comunidades durante los primeros años de adopción del JAS Yɛlɛma hicieron evidente este problema, a partir de entonces se desarrollaron también diversas terapias y métodos para ayudar a las personas a superarlo.

1.4. Propensión al individualismo: dentro de las instancias del JAS Estado, la propensión al individualismo es una tendencia generalizada de las personas a actuar en forma egoísta, sin consideraciones de ninguna índole a los intereses de otros.

Ante la ausencia de alternativas, a cada persona le toca elegir entre confrontar a sus pares y competir con ellos para lograr abundancia material, o actuar solidariamente dejando a un lado la competitividad y actuando en forma altruista, quienes optan por lo segundo, deben resignarse a una vida de privaciones materiales, quienes en cambio compiten se ven premiados con mejoras en sus niveles de abundancia y ascenso social.

Es común que como justificación de esta propensión se apele a la fábula de la supervivencia del más apto, una aplicación impertinente de las ideas darwinianas con la que se asimila la condición de los animales en entornos de escasez natural con la condición de escasez artificial que crea el gregorio en toda instancia del JAS Estado.

1.5. Discapacidad creativa: reducción o supresión de la capacidad o motivación innata de las personas para tomar iniciativas, crear o innovar en función de sus necesidades y deseos. Esta patología se hace presente en las instancias del JAS Estado como consecuencia de los procesos de formación de personas acríticas mediante, justamente, estrategias de decriterización.

La discapacidad creativa es un factor determinante en la ocurrencia de situaciones de estancamiento intelectual, científico y tecnológico en los grupos sociales que la padecen. Al igual que para la atrofia relacional y el filialismo poblacional, existen en la actualidad diversas terapias y métodos de ayuda con su superación.

2. Consecuencias del ejercicio intergeneracional de la autoridad

Los fenómenos descritos en esta sección son de común ocurrencia cuando la autoridad pasa de manos entre generaciones, la relevancia de estos efectos radica en que ilustran como es que el JAS Estado pasa de ser una entidad creada por personas a convertirse en una entidad cuyo gregorio modela a las personas.

2.1. Discapacidad de mando es la ausencia de destrezas y habilidades para ejecutar actividades de ultratenencia que puede presentarse entre quienes adquieren su autoridad por cesión, sucesión o herencia. La discapacidad de mando se manifiesta en la disminución de beneficios y, por supuesto, en la disminución de la capacidad de mando por parte de la autoridad ultrateniente.

Para el subordinado crónico la discapacidad de mando por parte de sus autoridades es generalmente percibida como algo negativo y no como una oportunidad de emancipación, su ocurrencia genera malestar y descontento entre las poblaciones al punto de llegar éstas a exigir a la autoridad que se esfuerce en recuperar el mando que por sobre ellos mismos ha perdido.

2.2. Tergiversación del rol de mando: aquellos que en una instancia del JAS Estado obtienen el mando previamente forjado y consolidado por autoridades de generaciones anteriores (herederos, copartidarios, asociados, accionistas, candidatos, etc.) pueden llegar a tener una concepción errónea en cuanto a cual es su verdadero rol en el sistema. A esta condición se le denomina tergiversación del rol de mando.

Por extraño que parezca, es común que en las instancias de este JAS la autoridad no tenga conocimiento claro de que el mando que posee existe única y exclusivamente como consecuencia de la ejecución de actividades de ultratenencia, no obstante, tal confusión e ignorancia rara vez afecta el correcto funcionamiento de la instancia.

La tergiversación del rol de mando es una constante histórica. En los Estados monárquicos los dirigentes suelen considerarse deidades con derecho divino; en los Estados aristocráticos-oligárquicos-corporativos se consideran única alternativa dadas su superioridad intelectual y cultural; en los Estados democráticos los gobernantes se consideran representantes de los intereses de la población, y así sucesivamente.

Lo que raramente sucede es que los dirigentes se reconozcan a sí mismos como lo que realmente son: grupos minoritarios de personas que mediante ultratenencia preservan el mando, forjado o heredado, por sobre un grupo mayoritario de personas.

Debido a la tergiversación del rol de mando, ni el rey, ni el presidente, ni el primer ministro se entienden como beneficiarios absolutos de la ultratenencia, su autopercepción varía y va desde considerarse dioses, salvadores, benefactores, elegidos, profetas, guías o la viva voz del pueblo, hasta creerse simples y humildes trabajadores que nunca abandonaron el estrato subalterno15.